Perteneció a don Federico Paternina, quien la compró al padre Isla, de ahí que sea conocida con este nombre.
Edificio cuadrangular de dos plantas, vanos adintelados rectangulares con rejería en la parte inferior. Balcón sobre puerta principal rematado con listón que acoge el escudo heráldico. Cubierta a cuatro vertientes sobre molduraje. La armonía de las proporciones es sometida al máximo cuidado, contribuyendo la ausencia de decoración a reforzar la austeridad del edificio.